Descubre cómo preparar una receta tradicional de cardos con almendras, un plato típico del norte de España perfecto...
Receta de cardos con almendras: una guía paso a paso
Hay recetas que huelen a hogar incluso antes de empezar a cocinarlas, y los cardos con almendras son una de ellas. Es ese plato que aparece en muchas mesas cuando llega el frío, que se prepara sin prisas y que siempre sabe mejor cuando se comparte. Suave, reconfortante y con ese toque de frutos secos que lo hace especial, es una receta tradicional que sigue viva generación tras generación. Si nunca lo has preparado o quieres recuperar ese sabor de siempre, en este artículo te contamos su origen, los ingredientes que necesitas y cómo hacerlo paso a paso para que te quede perfecto. ¡Sigue leyendo!
¿Cuál es el origen de la receta de cardos con almendras?
El cardo con almendras es una de esas recetas que han viajado a través del tiempo sin perder su esencia. Su origen se encuentra en las cocinas tradicionales de Navarra, Aragón y La Rioja, regiones donde el cardo ha sido, durante siglos, una verdura muy apreciada en invierno. Antiguamente, su presencia en las mesas no era casual: el cardo era un cultivo resistente al frío y abundante, y las almendras formaban parte de la despensa habitual, sobre todo en fechas festivas.
Más allá de la economía doméstica, esta receta también habla de celebración. El cardo con almendras se convirtió en un plato típico de Navidad, cuando las familias se reunían para preparar recetas sencillas pero cargadas de significado. No había lujos, pero sí cariño: un buen cardo tierno, una salsa suave hecha a fuego lento y ese toque de frutos secos que marcaba la diferencia. Con estos ingredientes nació un plato humilde, pero capaz de reunir a toda la familia alrededor de la mesa.
Desde el punto de vista culinario, la combinación es perfecta: el sabor delicado del cardo encaja de forma natural con la cremosidad de la salsa y el toque tostado de la almendra. Por eso, con el tiempo, esta receta dejó de ser un “plato de casa” para convertirse en un clásico de la gastronomía invernal del norte. Hoy sigue siendo igual de especial, ya sea preparado con cardo fresco o en conserva, que permiten disfrutar de su sabor tradicional en cualquier época del año sin perder autenticidad.
Ingredientes necesarios
Para preparar unos buenos cardos con almendras, no hace falta una lista interminable. Esta receta destaca precisamente por su sencillez y por lo bien que combina ingredientes básicos con un resultado muy aromático. Estos son los que vas a necesitar:
Ingredientes principales
- 1 bote de cardos en conserva (mejor si es de calidad extra, para asegurar textura y sabor).
- 80–100 g de almendras crudas (peladas).
- 2–3 dientes de ajo.
- 1 cebolla pequeña o media cebolla grande.
- 1 cucharada de harina.
- 300 ml de caldo de verduras (o el propio líquido del cardo, si es de una conservadora de calidad).
- Aceite de oliva.
- Sal al gusto.
Opcionales que suman mucho
- Una pizca de pimienta blanca.
- Almendras fileteadas para decorar.
- Un chorrito de vino blanco para potenciar el sabor de la salsa.
- Un poco de perejil fresco.
Cómo preparar cardos con almendras paso a paso
Preparar cardos con almendras es más sencillo de lo que parece. La clave está en trabajar bien la salsa y respetar la suavidad del cardo para que no se rompa. Aquí tienes el proceso paso a paso:
- Tuesta ligeramente las almendras. Pon una sartén al fuego, sin aceite, y tuesta las almendras crudas durante unos minutos. Muévelas para que no se quemen: deben quedar doradas, no oscuras. Este toque realza su aroma y da más sabor a la salsa.
- Prepara el sofrito. En una cazuela con un chorrito de aceite de oliva, pocha la cebolla picada finamente junto con los ajos laminados. Cocina a fuego medio hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Esto será la base de la salsa.
- Añade la harina. Incorpora la cucharada de harina y mezcla bien durante un minuto para que pierda el sabor a crudo. Este paso ayuda a que la salsa tenga cuerpo.
- Incorpora el caldo. Vierte el caldo de verduras poco a poco mientras remueves para evitar grumos. También puedes usar parte del líquido del cardo si es de buena calidad, ya que aporta sabor y suavidad. Deja que hierva un par de minutos.
- Tritura la salsa. Para una textura más fina, retira un momento la olla del fuego y tritura la salsa con la mitad de las almendras tostadas. Si prefieres una salsa más rústica, puedes saltarte este paso.
- Añade el cardo. Incorpora los trozos de cardo bien escurridos. Muévelos con suavidad para que no se rompan. Cocina todo junto a fuego suave durante 10–15 minutos para que la salsa termine de ligar.
- Ajusta y sirve. Prueba el punto de sal, añade un toque de pimienta si te gusta y espolvorea el resto de almendras tostadas por encima. Puedes decorar con perejil o almendra laminada.
Ideas de acompañamiento
Los cardos con almendras combinan con muchísimos platos, así que puedes adaptarlos tanto a un menú sencillo como a una comida especial. Si buscas algo ligero, funcionan de maravilla junto a carnes blancas como el pollo a la plancha o un pescado suave, por ejemplo merluza o bacalao al vapor. También puedes acompañarlos con una ensalada fresca con un toque de fruta —granada, manzana o pera— que contraste con la cremosidad de la salsa.
Cuando quieres convertirlos en un plato más festivo, suelen quedar genial junto a preparaciones típicas de invierno. El bacalao confitado es uno de los maridajes más clásicos, pero también encajan perfectamente con un cordero asado o con unos gambones al horno si buscas una mesa más especial sin complicarte demasiado.
Si prefieres servir los cardos con almendras como plato principal, basta con añadir algo que les dé más cuerpo: un poco de arroz blanco, unas patatas cocidas o simplemente un pan de corteza crujiente para disfrutar bien de la salsa. Y si quieres potenciar aún más el sabor, puedes rematar el plato con unas almendras laminadas tostadas o un chorrito de vino blanco en la cocción para darle un aroma extra.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de almendra es mejor para esta receta?
Lo ideal es utilizar almendras crudas y peladas, porque te permiten controlar el tostado y obtener un sabor más suave y equilibrado. Al dorarlas ligeramente en casa consigues una salsa más aromática y con un toque tostado muy agradable. Evita las almendras fritas o saladas, ya que pueden modificar el sabor del plato.
¿Cómo puedo evitar que el cardo tenga un toque amargo?
Si usas cardo en conserva de buena calidad, lo normal es que no presente amargor. Aun así, puedes reducir cualquier matiz fuerte enjuagando ligeramente los tallos antes de añadirlos a la salsa. Otra clave es no sobrecocerlos: el cardo necesita calor suave para mantener su sabor delicado y su textura firme.
¿Cómo evito que la salsa quede demasiado espesa o demasiado líquida?
Si la salsa te queda espesa, basta con añadir un poco más de caldo —o parte del líquido de la conserva— y dejar que hierva unos segundos para integrarse bien. Si se queda demasiado líquida, déjala reducir a fuego lento hasta que alcance la textura que te guste. Otra opción es añadir una pizca de harina disuelta en agua fría para ajustar la consistencia sin que se formen grumos.




.png)




Dejar un comentario